viernes, 31 de octubre de 2014

Carnicero dorado



Miro tus enormes ojos arábicos.
Me mantienen sereno
cuando lo único que quiero
es volverme loco entre tus piernas.

Desabrocharnos deprisa,
besarnos despacio.
Deprisa, como el pasar del tiempo.
Despacio, como el corrernos…

Me reclama el carnicero dorado del deseo
cuando necesita genero fresco.

No quiero un amor
si no me desgarra la piel. 

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