"Una caja de herramientas para intensificar la conciencia" es como define el escritor Iván Sánchez su segunda obra, La hija del jardinero , un poemario que presentará mañana a las ocho de la tarde en la Sala Verdugo.
Es una obra de "amor hacia la vida, hacia la justicia social, para abrir vistas, todo desde el afecto", continúa el escritor, quien ya publicó, en formato epistolar, Donde nacen los silencios .
Su último trabajo se separa en tres secciones, prosa poética, versos y aforismos, y es resultado de "dos años de trabajo", en los que "cada escrito" le exigía una forma u otra, y que, a la larga, son textos "que escribo casi sin querer", confiesa.
Esa expresión se refiere a que "la poesía se va escribiendo poco a poco, cuando se puede", lo cual "la aleja de otros géneros", por lo que la idea de publicar La hija del jardinero viene derivada de "agrupar archivos que llenaban una carpeta" unido al hecho de que, aunque considera escribir para sí mismo, le gusta "ser leído, entendido, escuchado".
Aparte de este "escalón al que subirse para alcanzar los sueños pendientes de ser soñados", Sánchez confiesa que lleva mediadas "dos novelas, una de ficción y otra de amor, y un libro de relatos", por lo que calcula que podrá publicar alguno de estos trabajos "en año y medio
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