jueves, 25 de septiembre de 2014

HOMEJE A LOS FUSILADOS POR EL FASCISMO




"Todo está dicho y, sin embargo, nos siguen faltando las palabras. Pasan los años, los dolores se transforman, las heridas se tornan cicatrices, los crímenes se volvieron hazañas, las clases más poderosas forjaron su régimen y los cuerpos yacen en las fosas. Por todo ello, las palabras siguen siendo necesarias. Sostienen la memoria, rompen los silencios y refuerzan los afectos."

Hoy hemos venido a decir que la libertad es la fuerza inmanente de una  historia que no puede ser la crónica dictada por la soberbia obstinación del poder para mentir. Que la mentira histórica del olvido es la mayor injusticia ejercida sobre las victimas y la superación del sufrimiento humano.

Hoy recordamos que, el último sueño emancipatorio de nuestro pueblo fue,  la aspiración que frente a los mezquinos intereses individuales supuso, el anhelo colectivo de la segunda República. Que el fascismo es algo más que una terrible estructura de sometimiento e indefensión civil,  es la legalización del crimen como conducta de estado, y sus herederos son la negación misma de la dignidad y conciencia humana.  La vida jamás dará la razón a sus verdugos.

La existencia carece de sentido sin resistencia al mal, es por eso que aquí manifestamos, que hay una justicia aún pendiente de ser ejercida, una restitución de la felicidad aún pendiente de ser conquistada, que ante la fuerza de lo que es, existe la delicada aspiración moral de lo que debería ser.
Hoy hemos venido a repetir, que  la razón mantiene  inmaculada y pura la sonrisa de nuestros muertos,  que creemos que un día lo bello también hará compañía a lo justo, y la desconocida presencia de la justicia, de la piedad y de la misericordia exigirá respeto y pedirá perdón a las víctimas.

Hemos venido a gritar, a esos fascistas  que supieron que el gran botín de los amos no sólo eran las plusvalías y la cultura, sino la propiedad de la memoria y los sueños, dejad de humillar la memoria del sufrimiento y recordad que las palabras han sido hechas para ayudar a construir la casa de la verdad y no para destruirla.

Hoy recordamos, que el último sueño de lo que algún día llamamos patria, no volverá a ser patria, mientras no se reconozca el imperativo categórico de hacernos cargo del pasado de nuestras victimas.

La belleza no es un lugar donde van a parar los cobardes.
La esperanza llega mucho más lejos que el miedo.
La utopía de la igualdad sigue vigente.

Hemos venido a decir, mis viejos camaradas,  amigos de los árboles y la tierra, acuérdense de nosotros cuanto SIGAN CANTANDO LA INTERNACIONAL.

No hay comentarios: